Notas del Diario Clarin

Vecinos en alerta por los robos constantes en Pinamar y CarilO

POR GUILLERMO VILLARREAL

Apenas hay 20 policías por turno para todo el partido. Y de las 150 cámaras funcionan la mitad, y no todos los días. Crearon un sitio en Facebook donde la gente denuncia de 3 a 4 hechos al día. Cada vez hay más robos violentos

 

PINAMAR. ENVIADO - 09/09/13

Miércoles 4 de septiembre. Mensaje de un vecino de apellido Croce.

“Esta noche asaltaron la casa de la familia Caminata en Mar de Ostende. Encapuchados intimidaron con armas de fuego a la dueña de casa, Clarisa Andera, esposa de Gastón Caminata, a sus hijos, y a un amiguito de ellos... La inseguridad crece y nadie la para!!!” .

La denuncia quedó escrita en el muro de Facebook de la red “Vecinos en alerta” de Pinamar, donde se da un panorama alarmante. Hay robos todos los días –en la red se denuncian de tres a cuatro diarios –, “escruches” como una constante (esa modalidad de robar en casas cuando no hay ocupantes) y ahora, con una frecuencia desacostumbrada, violentos asaltos a mano armada.

La vida parsimoniosa que muchos vinieron a buscar al radicarse en alguna de estas pequeñas localidades costeras, entre pinares y calles de arena, parece esfumarse. Quienes habitan aquí no se sienten seguros. Están intranquilos.

Hace diez días, a media mañana, un nutrido grupo de vecinos marchó a la municipalidad y pidió hablar con el intendente Hernán Muriale (interino, suplanta a Blas Altieri, suspendido por irregularidades). Aunque fue pacífica la manifestación, hubo algo de alboroto y los vecinos terminaron haciendo un escrache en la puerta de la casa del director de seguridad, Jorge van der Ghote. Estaban indignados: decían que la noche anterior habían ocurrido por lo menos diez robos en el barrio San José.

El licenciado en Criminalística Daniel Jouffré creó la red Vecinos en Alerta Pinamar en Facebook y se puso a la cabeza del reclamo. El 21 de agosto envió una carta documento al intendente intimándolo a implementar medidas urgentes bajo apercibimiento de “demandarlo penalmente por incumplimiento de los deberes de funcionario”.

“Hoy somos 12.000 ojos” describe, mientras pasa página en la pantalla de su teléfono para mostrar los mensajes que se van sucediendo:“Anoche robaron un departamento en Terrazas de Cariló, seguramente estaban vigilando porque el señor salió media hora...” . Otro, de ayer:“Robaron una casa en Vasco da gama y Urquiza, Valeria del Mar (turistas propietarios que cometieron el error de salir a cenar). Cuando los vecinos llamaron a la Policía los chorros salieron corriendo. Hubo tiros, corridas y alrededor de seis patrulleros...” .

En el distrito hay seis empresas de alarmas. “El que no tiene alarma sabe que en cualquier momento le entran”, explica Néstor Ariel Peralta. Pero quien tiene contratado el sistema corre el mismo riesgo: “Los ladrones saben que tienen unos minutos después de que se dispara la alarma hasta que alguien llega a la casa, y en ese ratito agarran lo que pueden”, explica y narra el robo que padeció en su casa de Cariló, en la que tiene alarma.

El bosque es intrincado y difícil de recorrer, y en la noche se convierte en el escondite perfecto para los delincuentes. Hasta suelen ocultar entre hojarasca y pinocha lo que roban.

“Lo cubren con un nailon y pinocha y lo pasan a buscar días después. ¿Quién lo va a encontrar en el medio del bosque?

”, comenta Eduardo Rodríguez Paz, martillero que vive en la zona norte de Pinamar, junto a Ostende, una de las más golpeadas por el delito.

Además de los “escruches” en viviendas, otro blanco de los robos son los cuatriciclos. Suelen aparecer abandonados cuando no consiguen ponerlos en marcha.

Lo que más preocupa a los vecinos en estas horas es la violencia que se ha registrado en algunos casos.

Clarín intentó comunicarse con el director de seguridad del municipio. Fueron fuentes allegadas al área las que reconocieron que “lo que ocurre aquí es lo mismo que en el resto de la Provincia: aumentó el delito lo suficiente como para generar mucho malestar”.

De a poco los vecinos en alerta consiguen que las autoridades les presten atención. Se creó una comisión de seguridad en el Concejo Deliberante y desde este fin de semana volvieron a observar las imágenes que captan las cámaras de seguridad. Hay unas 150 instaladas, sólo funciona la mitad e insólitamente no había quien siguiera las imágenes en el centro de monitoreo los fines de semana.

El jueves, el intendente explicó en el Concejo Deliberante el proyecto de la guardia comunal, a poco de ponerlo en marcha, y reconoció allí que la Policía tiene muy pocos efectivos disponibles para la zona: de una planta de 150 policías, sólo trabajan 20 por turno para todo el partido, que incluye Pinamar, Cariló Ostende y Valeria del Mar. Una cifra por demás exigua, teniendo en cuenta los 22 kilómetros de frente costero que tiene el partido, desde los bosques de Cariló hacia el Sur hasta la zona de médanos en el Norte.


Un asado entre amigos que termino con todos en el piso

Robaron la casa donde cenaban un arquitecto y sus amigos en la zona del golf de Pinamar.


PINAMAR. ENVIADO ESPECIAL - 09/09/13

Quemaba mal la parrilla y había despedido algo de humo adentro del quincho, y fue por eso que abrieron una ventana. La perra había ladrado, pero nadie le dio importancia; había advertido a los dos asaltantes merodeando el chalé. “Abrimos y enseguida vi pasar las siluetas, como sombras, pensé que eran los chicos jugando, pero en un minuto los teníamos adentro a los tipos”, recuerda el arquitecto Gustavo Horbulewicz, una de las quince personas que se habían reunido a comer un asado en casa de amigos, hace tres domingos.

Los delincuentes eran dos, estaban armados y usaban medias de mujer en la cabeza. El robo ocurrió en la zona del viejo golf de Pinamar, en un coqueto chalé de la calle El Tala.

Fue todo muy rápido, no dieron tiempo a nada, le cuenta Horbulewicz aClarín. “Nos obligaron a tirarnos al piso. Uno parecía muy profesional, el otro era más chico. Yo no los alcanzaba a ver bien y encima tenían medias de nailon para cubrirse la cara. Creo que si te ponés una media de esas en la cabeza y te mirás en el espejo no te reconocés a vos mismo”, bromea ahora, ya más relajado.

“Nos robaron lo que teníamos encima, con uno de los chicos recorrieron la casa (llevándolo apuntado, como rehén para inmovilizar a los demás) y se llevaron otras cosas. Después nos pidieron las llaves de los autos y se fueron en uno de ellos, que más tarde encontró abandonado la gente de Vecinos en alerta, a través de los mensajes”, cuenta. Eso es algo que hace notar la gente del lugar: los propios vecinos encontraron el coche más rápido que la Policía.

Después del asalto, “la Policía demoró unos 25 minutos en llegar, y la ambulancia como una hora”, recuerda el arquitecto. Una joven había quedado muy asustada, y debió ser asistida.

Como muchos vecinos aquí, luego de la experiencia Horbulewicz debió implementar algunos cambios. “Ya encargué las rejas para mi casa. Mi hija, que no estudia en Pinamar, no quiere venir luego de lo que pasó.

Ya tengo alarma, ahora voy a tener que buscar un perro.¿Armas? Tengo algunas que he heredado, debidamente registradas. Las tenía guardadas”, dice Horbulewicz.

“Hay muchas armas en Pinamar”, completa su amigo, Eduardo Rodríguez Paz. Cuenta que su esposa “no sale de casa (viven en un chalé en la zona norte pinamarense) a sacar la basura si no estoy yo vigilando desde adentro. Uno no se puede descuidar un instante. Es muy triste decirlo, pero lamentablemente ahora tenemos que vivir así”.

Fuente de ambas notas DIARIO CLARIN.COM